lunes, enero 30, 2012

Nuevo encendido electrónico para Montesa (emprendiendo, que es gerundio)


Una de las cosas de las que me habéis oído hablar hace tiempo es de los encendidos de nuestra clásicas. Más en concreto, seguro que los habituales están al cabo de la calle de los experimentos que estuvimos haciendo con los condensadores de electrónica en la 348 de José María. Que fueron un éxito completo, además, gracias a la orientación de Ramón y Óscar, dos buenos amigos que son profesionales de estos temas y le pusieron fundamento científico a mis desvaríos.

Pero ahora hemos decidido ir un paso más allá, tirarnos a la piscina, y meternos en un lío mucho más ambicioso: se trata de conseguir fabricar un módulo de encendido que tendrá unas características muy interesantes. En concreto el objetivo que nos hemos marcado es:

1.- Que prescinda del condensador tradicional y los riesgos de avería asociados al mismo.
2.- Que elimine el paso de corriente por los platinos, lo cual evita por completo su desgaste.
3.- Puestos a soñar, que proporcione un avance variable al encendido. Con esto podemos conseguir un motor mucho más elástico, capaz de arrancar bien, dar buenos bajos y estirar de un modo mucho más sano ... y todo ello sin compromisos, ni picados de biela ni nada raro.

Es decir, queremos hacer algo que no se ha probado hasta el momento. Existen en el mercado unos kits de electrónica que proporcionan un encendido electrónico similar a esto que os comento, pero que sólo van en motos de 12 voltios ... y con batería.

Uno de los retos en nuestro caso es ver si somos capaces de conseguir un electrónico que sea capaz de aprovechar la poca electricidad generada por un stator Motoplat a bajas vueltas (las pocas rpm que da una patada de arranque en nuestras motos) como para dar una chispa sana y potente que proporcione un buen arranque.

El punto en que estamos parece indicar que funcionará ... aunque de momento sólo se trata de una simulación hecha en laboratorio por los ingenieros del equipo ... que están emocionados con el tema, pero que -como buenos ingenieros- no quieren echar las campanas al vuelo hasta tener los prototipos en prueba real sobre motos reales.

Si todo va como esperan los que saben, en una semana podríamos tener las placas base listas para montar unas pocas unidades preserie y comenzar el afinado. Sobre estas unidades pretendemos comprobar que el invento va como esperamos, y probar con distintas curvas de encendido para ver cual resulta ser la idónea para el producto definitivo. 

En caso de que las pruebas sean exitosas, habrá que ver si hay mercado para algo así, comprobar si el precio sería atractivo, y ponerse en marcha definitivamente.

La verdad es que nunca habría pensado que acabaría metido en fabricar algo así con unos amigos, pero el grupo de gente que está involucrado es excelente y nos hace una ilusión enorme ser capaces de aportar nuestro granito de arena a este mundillo de las Montesa que tantas alegrías nos da a todos.

Seguiremos informando.

sábado, enero 14, 2012

Chocolate en Rascafría

Parte de lo que pasa con la edad es que uno cambia de vicios ... o retoma algunos que había perdido tiempo atrás. En mi caso, no creo que pueda considerarme como una persona golosa. Cuando era pequeño me encantaba todo lo dulce, pero hace ya mucho tiempo que cuando tengo hambre suelo pensar en algo salado. Cosas de la edad.

Pero la excepción empieza a ser el chocolate. No sé qué demonio tiene, que cada vez me gusta más. Al punto de que tengo que ser cuidadoso y no abusar, porque si me dejara llevar acabaría con treinta kilos más y el hígado hecho unos zorros.

Y como hoy tenía que ir a Segovia a llevarle a mi hija mayor unos libros, he aprovechado para hacer la primera excursión invernal con la GS. Días antes estuve preparando una ruta con el TomTom que me regalaron en Navidad (en un próximo comentario hablaré a fondo del cacharro), y quería saber qué tal funcionaría.

Como no podía ser de otro modo, estrené el GPS con uno de mis recorridos favoritos: Madrid-Miraflores-Puerto de Canencia-Rascafía-Puerto de Navacerrada. Curvas para aburrir, a las que sumé el tramo Puerto de Navacerrada-La Granja-Segovia por la CL 601. Con este recorrido, los 90 aburridísimos kilómetros de autovía que hay desde casa a la de mi hija se convierten en 131 de maravilloso paseo invernal, a través de unas carreteras donde la BMW está en su elemento.

Una de las buenas razones para pasar por Rascafría es darse una vuelta por la Fábrica de Chocolate Natural "San Lázaro", donde siempre hay alguna sorpresa agradable. Hasta ahora siempre he comprado chocolate con frutos secos (el con leche y avellanas es delicioso) o trufas, pero hoy me he decidido a probar los pralinés. Y no debía haberlo hecho, porque no sé qué haré cuando se acabe el de café. Para chuparse los dedos y no parar. Además, hoy estaba el lugar muy tranquilo y la dueña me estuvo contando que son un negocio con tres generaciones de dedicación al chocolate, y que sus tres hijos están involucrados en el negocio familiar.

Mala, pero dejo una foto por si alguien se anima. Palabra que vale la pena.


Tienen una página web en http://www.chocolatenatural.com/ que no hace justicia a la estupenda calidad del producto.

En fin, una mañana disfrutada por la sierra antes de que esta noche caiga la primera nevada del año. Y un mediodía estupendo con mi hija mayor, que -recién sacado su A1- se ha atrevido a probar la GS por el parking de la Universidad.

Y cuando se bajó no sé cual de los dos tenía más cara de gusto. Creo que me estoy haciendo mayor.